martes, 7 de abril de 2015

La Seu Vella de Lérida

En estas vacaciones de Semana Santa, he podido visitar Lleida. Se trata de una pequeña ciudad, cuyo atractivo se encuentra mirando al cielo. Y digo esto porque su conjunto monumental, conocido como el Turó (colina en Catalán) de la Seu Vella, corona la ciudad. El visitante tiene que remontar la colina para poder disfrutar de la conocida como Catedral vieja y del Castillo del Rey. Este conjunto histórico es el último de los paraísos personales que compartimos, puesto que llena al visitante de paz, y ofrece unas vistas panorámicas realmente impresionantes, sin tener en cuenta su importante valor artístico e histórico, que no se queda atrás.


La Catedral vieja empezó a construirse sobre el 1200 y custodia alguna joya de la pintura del Románico, en un edificio de espectacularidad gótica.


La nave de la Catedral nos sorprende si la comparamos con otra catedrales españolas puesto que está desnuda, como si la hubieran robado el alma y, en cierto sentido, así fue. Durante la Guerra de Sucesión Española fue empleada como cuartel y sede militar, lo que provocó su “expolio” a favor de los fines militares. Actualmente, la nave se encuentra desnuda y sus capillas sin abrigo. Sin embargo, su arquitectura resulta sobrecogedora.


Algo esencial que deslumbra de la Catedral es su claustro gótico, que se encuentra entre los más grandes de Europa, y su espectacular torre, a la que se puede subir para disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. Se siente uno pequeño en la inmensidad de los campos y huertas leridanas.




Para finalizar, no podemos dejar de compartir con vosotros la evidencia de que Lleida también es un paraíso gastronómico, muy interesantes para los amantes del buen comer. Os enseñamos una imagen emblemática de su plato estrella: los Cargols a la llauna, aunque también son fantásticos los productos de su huerta y los embutidos de la tierra.


Autora: Laura Arroyo Martínez

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